Bertha me contó el sueño de esta madrugada: Me veía, dice, llena de ampollas purulentas (yo y el retorno de mi preocupación con la llaga); y reventaban y de ellas salían piedras preciosas. Luego se veía ella misma también cubierta de laceraciones pero entonces la sensación era de muerte. Termina ahí, a Bertha no le gusta ir más allá de lo que se cuenta visible de sus sueños, ni darles mucha importancia (a veces pienso que los ve con escéptico rechazo, porque no parecen decir nada)
Le digo que ambas cosas son buenas, las piedras, morirse. Y me quedo pensando en mi propio sueño de esta madrugada, y en el muerto que ya hacía falta que viniera a solicitar no sé si mi oración, o mi instante de escucha por fuera de mi cuerpo, la única muerte que conozco de seguro hasta ahora…
De una imagen de espejo y escritura tengo este proyecto, por la reiteración de las mismas imágenes: Retratos.
El dispositivo es realmente simple –un espejo-. We’re all walking mirrors, como dijo el viejo Antonio. (12/10/2019).
XX/XX/200X - 20/10/2019